En este artículo hablaremos de los embragues, más precisamente de ellos en el funcionamiento de los automóviles.
Qué es un embrague
El embrague es una pieza elemental en la mecánica de automóviles, se ubica entre el motor y la caja de cambios, y es sometida por ello a esfuerzos que requieren un control para evitar su desgaste, como veremos más adelante.
Para qué sirve el embrague
El embrague se encarga de la transmisión del movimiento desde el motor hacia las ruedas, mediante la caja de cambios. De esa manera acopla y desacopla los cambios: cada vez que se realiza un cambio, apretamos el embrague para desacoplar la caja. Ella es quien nos permite elegir el cambio que queramos y, tras ello, se vuelve a acoplar.
Partes del embrague
- Disco de fricción: Posee dos caras realizadas en un material parecido al de las pastillas de freno, se acopla a la caja de cambios mediante un eje y se mueve al girar el volante y el plato de presión, excepto si se pisa el pedal. Su función es absorber el impacto y suavizarlo, evitando así las vibraciones del motor.
- Collarín de empuje: Su función es la de separar o unir el disco de fricción según si se desembraga o se pisa el pedal de embrague en el vehículo, mediante la aplicación de presión sobre el disco.
- Volante motor: Atornillado en un extremo del cigüeñal, esta pieza transforma el movimiento rectilíneo de los pistones en rotativo para su aplicación en las ruedas y su posterior giro. Su función es ser soporte del embrague, acumulando inercia y regularizando así los movimientos generados por el propulsor.
- Plato de presión: Consiste en un peso o maza de acero, conectado en una cara al mecanismo de embrague y por otra a una de las caras del disco de fricción. Cuando este plato presiona el disco, la potencia alcanza a las ruedas.
- Carcasa: Cubre las piezas del sistema de embrague y posee los diafragmas que habilitan el paso de presión del disco de embrague contra el plato de presión y contra el volante del motor.
- Mecanismo de accionamiento: Es un rodamiento que ejerce presión sobre el disco, se monta en una horquilla, la cual se mueve al presionar el pedal del embrague.
Cómo funciona el embrague
Al conducir un automóvil, los movimientos de los cilindros de este se trasladan al cigüeñal, el cual se une al volante motor. Allí llega el movimiento cuando se acopla el disco de embrague a través del eje. El plato de presión aplica fuerza en él para llevar la potencia del motor hacia las ruedas cada vez que el disco se encuentra acoplado, a la potencia fijada según la caja de cambios.
Hay tres posiciones dentro del funcionamiento del embrague, estas son:
- Posición de embrague: Es cuando el disco está acoplado, transmitiendo así la potencia por completo al embrague y vinculándola a las ruedas y al motor.
- Posición de desembrague: Es cuando se pisa el pedal de embrague, por lo tanto el disco se encuentra desacoplado. En esta posición se deben realizar los cambios en la marcha.
- Posición transitoria: Es la fase entre las dos posiciones anteriores, donde el embrague se ocupa de suavizar los choques mecánicos para que el cambio en la marcha no se realice bruscamente ni la inercia genere daños en el motor o la caja de cambios.
Cuidados del embrague
Para evitar el desgaste prematuro de esta pieza hay que evitar descansar el pie en el pedal de embrague, porque lo daña mediante el rozamiento, provocando su deterioro a largo plazo. Por este mismo motivo, también se recomienda no usar el punto muerto durante las detenciones del vehículo.