En esta entrega hablaremos de las llaves españolas, la familia de llaves fijas, sus usos y características.
Qué es una llave española
La llave española es una herramienta manual de apriete. La misma se utiliza para ajustar tornillos, tuercas y casi cualquier objeto que posea una cabeza en forma de hexágono. Estas herramientas son muy utilizadas, debido a que se usan en cualquier trabajo que necesite de un ajuste mecánico, aplicación de fuerza o de torque. Tienen una cabeza o boca en cada uno de los costados que pueden ser de igual o diferente forma.
Para qué sirve una llave española
La llave española, como toda llave fija, es ideal para el apriete de tornillos y tuercas en un sinfín de rubros, es comúnmente utilizada por mecánicos gracias a su doble boca en cada extremo.
Suelen estar hechas de una aleación de Cromo y Vanadio, lo cual las hace extremadamente duraderas para el uso exhaustivo en el taller o en la industria. La mayoría de estas herramientas pueden ser encontradas con bocas para tuercas desde 6 a 24 milímetros, aunque también son fabricadas utilizando el sistema de medición en pulgadas.
Tipos de llaves españolas
En la familia de las llaves fijas podemos encontrar diferentes tipos de llaves, ya sea por su sistema de medidas: métrico (milímetros) e imperial (pulgadas) o por su tipo de boca, como pueden ser españolas, estrella, una combinación entre españolas-estrella, flexibles, etc.
- Llave Española: Tiene sus dos cabezas abiertas en forma de “U”, cada una con una medida diferente. Por ejemplo, 1/2″ y en el otro lado 9/16″ en los extremos de sus bocas.
- Llave estrella: Esta llave cuenta con algunas ventajas con respecto a la española, su boca es cerrada y es capaz de abrazar por completo la cabeza del tornillo en la cual esté trabajando el usuario. Esto hace posible tener más posiciones de giro y un mayor torque total. Dentro de este tipo también podremos encontrar llaves acodadas, las cuales se utilizan para llegar a espacios poco accesibles para el usuario.
- Llave mixta: Su característica principal es que combina una boca en forma de “U” idéntica a la de la llave española y la otra en forma de estrella de la llave con el mismo nombre.
- Llave de golpe: Este tipo de llave solamente cuenta con una boca que puede ser abierta o cerrada y está diseñada para emplear una gran presión de torque al ser golpeada en uno de sus extremos. Se usa, principalmente, para aflojar tornillos o tuercas demasiado apretadas.
- Llave estructural: Esta llave posee una boca fija y en el otro extremo cuenta con un mango de forma cónica, el cual se utiliza como barra de alineación en el centrado de barrenos.
- Llave de matraca: Esta herramienta ofrece un mecanismo para apretar o retirar con rapidez las tuercas y tornillos. Debido a que el mecanismo no es capaz de ofrecer un torque considerable, solo se utiliza para apretar ligeramente los objetos.
- Llave de obstrucción: Esta llave está especialmente diseñada para llegar a lugares de difícil acceso para el usuario, como pueden ser montaje y desmontaje de piezas de maquinaria o de motores automotrices.
- Llave flexible: Este tipo de llave posee una cabeza móvil, la cual puede girar sobre su propio eje para poder facilitar aprietes en lugares difíciles de llegar para el usuario. La parte móvil puede ser de cualquier tipo, ya sea de estrella, matraca o española.
Partes de una llave española
- Boca: La llave española posee dos bocas, las cuales son las que se encastran y fijan a la tuerca o tornillo en el que el usuario va a emplear torque para aflojar o apretar con gran facilidad y con menor fuerza empleada. La forma de sus bocas son parecidas a las de un cuadrado en ángulo para facilitar su uso en lugares reducidos y permitirle al usuario incorporar un mayor torque en una posición más cómoda, estas bocas son de diferente tamaño para facilitar el cambio de llave y se venden en sets de pulgadas o milímetros.
- Cuerpo: Es la parte que actúa como empuñadura para el usuario, mientras el mismo emplea la herramienta. El cuerpo de la llave española conecta las dos bocas y usualmente están hechas de una aleación de Cromo y Vanadio, aunque muchas están hechas de hierro común.
Cuidados básicos de una llave española
Como todo el cuidado de una herramienta o instrumento de fundición, recomendamos que la llave española no sea sumergida en agua o tenga contacto prolongado con elementos corrosivos que debiliten la integridad del cuerpo o las bocas de la llave.
Si queremos preservar nuestra llave española de la mejor manera, se sugiere no utilizar una boca del tamaño equivocado al usarla para aflojar o apretar tuercas y tornillos, debido a que el torque con una llave incorrecta puede dañar la tuerca y gastar sus puntas a tal punto de que se las mismas queden redondas.
Lo mejor es comprar llaves españolas hechas de Cromo-Vanadio, ya que son mucho más resistentes al óxido y a la fuerza a la que van a ser sometidas por el usuario.
