En este artículo veremos las características de la llave inglesa, también conocida como llave de expansión o llave ajustable.
Qué es una llave inglesa
Esta herramienta manual tiene una abertura ajustable de cabeza móvil, lo que la hace versátil para diferentes medidas de tuercas o pernos, a diferencia de llaves comunes de tamaño fijo.
Hay varias formas de llave inglesa, siendo los primeros modelos regulables mediante un martillo hasta los modelos más modernos, que poseen una rosca dentro de la misma llave para realizar los cambios de tamaño.
Para qué sirve una llave inglesa
La función de la llave inglesa, así como de todas las llaves, es el afloje o ajuste de tornillos, tuercas o pernos. Debido a su bajo costo y versatilidad, se la usa en varios sectores, entre ellos la mecánica, la herrería, la plomería y la cerrajería.
Cómo funciona una llave inglesa
El funcionamiento de esta herramienta es sencillo: El operario ajusta mediante la mordaza u oruga de movimiento la apertura de boca deseada. Tras esto, ejerce la fuerza desde el mango para el giro hacia el lado deseado, que será según se busque aflojar o apretar una pieza.
Partes de una llave inglesa
- Mango: Es el extremo por el que el operario sujeta la herramienta.
- Mordaza móvil: Es la sección que posee la cremallera que da el movimiento de esta parte.
- Mordaza fija: Es la parte de la herramienta que no se mueve.
- Mecanismo de apertura y cierre: Es un engranaje giratorio para controlar el movimiento de la mordaza móvil mediante la cremallera.
Cuidados básicos de una llave inglesa
Al igual que toda herramienta metálica de fundición, se recomiendan los siguientes cuidados para la llave inglesa:
- Evitar mojarla y en caso de que se moje accidentalmente, se deberá secar rápidamente para evitar oxidaciones.
- Al tener secciones móviles, se debe mantener engrasada para evitar desgastes de la llave.
- Conservarla en superficies o tableros seguros para evitar su caída, lo que puede conducir a deformaciones de la herramienta.
