En este artículo veremos el uso y partes del volante de inercia, utilizado en todo tipo de sistemas que involucren motores.
Qué es el volante de inercia
Como punto de inicio, el volante de inercia no es el volante con el que el conductor puede maniobrar su vehículo. Este tipo de volante, también llamado volante motor, es una pieza de tipo pasiva que brinda al sistema motor inercia adicional para el almacenamiento de energía cinética. Es así cómo se opone a las oscilaciones bruscas, aportando suavidad y constancia al movimiento en función a la potencia de un motor y su peso.
El volante de inercia se suele encontrar en el cigüeñal, específicamente en el extremo más cercano a la caja de cambios y unido al embrague.
Para qué sirve el volante de inercia
Su función es la de transmitir el movimiento desde el motor a la caja de cambios y ruedas de manera suave y sin resistencia, utilizando la energía cinética acumulada como una respuesta de inercia frente al movimiento del automotor o vehículo.
Partes del volante de inercia
- Corona: Es la pieza engranaje que aglutina el resto de los componentes.
- Cigueñal: Conectado a las ruedas y caja de cambio, envía la “señal” al volante de inercia para el uso de energía cinética.
- Cojinete de embrague: Se asegura de suavizar el impacto de fuerza desde el cigüeñal hacia el embrague.
- Superficie de presión: A través de esta pieza el volante de inercia realiza su función de amortiguación sobre el embrague y, por consiguiente, el automotor.
Usos y aplicaciones del volante de inercia
- En vehículos, como absorbente del frenado.
- En instalaciones de energía eólica, suavizando el funcionamiento de la parte eléctrica que las componen.
- En sistemas de freno regenerativo en la industria ferroviaria, dentro de coches eléctricos.
- En sistemas de alimentación ininterrumpida, como almacenadores de energía.
- En piezas motores de juguetes de todo tipo.
