Un SSD (Solid State Drive) es un dispositivo utilizado para almacenar datos, sustituyendo en algunos casos a los discos duros tradicionales. Para ello utiliza la memoria no volátil, generalmente denominada memoria flash.
Este tipo de memoria flash permite una mayor velocidad, debido a que realiza la lectura y escritura de memoria en una misma operación. Para poder lograr esto, un SSD utiliza chips que eliminan totalmente las partes móviles de un disco duro tradicional.
Características de un SSD
Entre sus numerosas características, podemos decir que un SSD puede mantener datos en su interior aún sin depender de la energía eléctrica. Además, cabe destacar que es mucho más resistente que un disco duro tradicional, lo que lo hace menos frágil y más firme frente a los golpes. De la misma manera, al no poseer procesos mecánicos, un SSD resulta un elemento muy silencioso al ser utilizado.
Partes de un SSD
Un SSD cuenta con tres componentes esenciales: condensador, controlador y caché. Los condensadores tienen la capacidad de mantener la integridad de los datos cuando se interrumpe la electricidad. Esto permite que sea segura su utilización y no se pierda la información bajo ningún punto de vista.
Los controladores son los encargados de procesar y administrar las operaciones realizadas en el interior de los módulos NAND de memoria.
Un SSD también está integrado por un dispositivo de memoria que acelera los procesos de circulación de datos entre el procesador y la memoria RAM, este es el caché.
¿Cómo funciona un SSD?
El funcionamiento de un SSD se basa en los grupos de almacenamiento flash NAND con los cuales, a diferencia de la memoria RAM que no conserva datos cuando el procesador se apaga, los datos pueden almacenarse, aunque el dispositivo esté apagado, porque la memoria flash de los SSD no es volátil
Los SSD permiten el acceso a los bloques de datos de manera muy rápida, debido a que los archivos grandes se pueden dividir en distintos lugares del disco SSD, haciendo fácil su localización y actualización. Esto permite que se utilice la totalidad del disco de manera muy eficiente.
Los discos de estado sólido (SSD) sólo pueden escribir datos en bloques vacíos. Esto, a largo plazo, se convierte en un problema porque la única manera de sobrescribir datos es copiando el contenido del bloque completo, borrarlo y recién ahí, escribir el nuevo contenido. De manera que, a medida que los procesos de guardado y borrado son más y más, la unidad SSD se vuelve más lenta.
Ventajas y desventajas del SSD
Frente a un disco mecánico, el SSD presenta algunas ventajas y desventajas. Entre las ventajas podemos destacar:
- Exige un menor consumo de energía.
- Como no existen procesos mecánicos para su funcionamiento, la producción de sonidos y ruidos no existe.
- La eliminación de archivos es más segura, debido a que una vez que son eliminados son irrecuperables.
- Al eliminarse los procesos mecánicos, aumenta la velocidad de las operaciones básicas de lectura y escritura del disco. Esto se relaciona directamente con el tiempo de arranque del equipo, que disminuirá considerablemente.
- Es ligero y muy resistente a los golpes.
Algunas desventajas que podemos marcar son:
- Lo mismo que hace que su seguridad sea una ventaja también es desventaja, debido a que los archivos que se eliminan se tornan irrecuperables, presentando una complicación en la recuperación de datos.
- Presentan una menor vida útil que los discos duros tradicionales, obviamente, dependiendo del uso que se les da y la fabricación de los mismos.
- Contrario a los discos duros tradicionales que van fallando poco a poco y nos advierten de esto, los SSD fallan sin aviso y suelen ser errores definitivos.
- Suelen tener menor capacidad de almacenamiento que los discos duros mecánicos.
- Son algo costosos debido a que el costo por GB es mucho más alto que el de los discos duros tradicionales.
- Las tareas de mantenimiento de un disco SSD hacen que se desgaste cada vez más con cada proceso.
