También conocidas como silos, las tolvas son herramientas imprescindibles para conservar los productos, garantizar su seguridad y almacenamiento sin que pierdan eficacia.
¿Qué es una tolva?
Una tolva es un contenedor de destacado porte y en forma de embudo, cuya función es guardar y canalizar materiales, sustancias, granulados o pulverizados.
Por lo general, la tolva se coloca sobre una base, obteniendo así la posición de cono invertido. La carga va por arriba, mientras que la descarga, lógicamente, se realiza por el lado inferior. Cabe destacar que son sumamente utilizadas en la actividad agrícola, aunque también se emplean en otras áreas cruciales de la industria, tales como la farmacéutica. Dependiendo de su destino, la tolva o silo debe ser de un material específico.
¿Cómo funciona una tolva?
Ya hemos dicho que las tolvas parecen un triángulo invertido debido a que van suspendidas sobre una base y la carga se hace por la parte de arriba. Esta forma no es mero capricho sino que sirve para que la tolva pueda descargar de manera eficaz su contenido a través de una compuerta en su base.
Además, se las puede adecuar para que funcionen como enormes filtros de líquidos que dejan los residuos sólidos en una malla. Dichos líquidos pueden salir de golpe o ser dosificados con un sistema de compuertas para evitar desperdiciar producto.
Otras herramientas que pueden adosarse a la parte de abajo de la tolva son pulverizadores, trituradores y molinos. Al dosificarse de manera automática la cantidad de producto que estas herramientas reciben, se puede optimizar la producción haciendo que no se pierda materia prima.
Las tolvas de polietileno
Hoy en día, el tipo de material más utilizado para la construcción de tolvas es el polietileno debido a que se trata de un material fuerte pero, a la vez, liviano y aséptico. Esto hace que los contenedores puedan utilizarse para conservar materias primas, granos y otros productos de manera segura; incluso pueden guardarse químicos sin que se alteren ni dañen la tolva.
Este tipo de silos cuentan con el aval de la FDA para almacenar alimentos, lo que las convierte en las más codiciadas por la industria agraria, ya que pueden conservar tanto los granos de la cosecha como las semillas para la siembra y también comestibles más delicados como leche, miel o melaza, con la ventaja de que no se adhieran a la tolva ni se contaminen.
Este aval viene dado por ser el polietileno un material virgen y apto para alimentos que garantiza la conservación del sabor, aroma y coloración de los víveres que sean guardados en la tolva. Además, para una mejor protección de estos productos, las paredes de las tolvas de polietileno pueden tratarse con aditivos antibacteriales que eliminan e impiden la proliferación de flora o fauna microbiana que dañe los productos.
Además, para hacer que estos silos puedan estar tanto al aire libre como a cubierto, y alargar su vida útil, se les puede dar un baño externo de protectores UV o pintarlos de colores neutros. De esta forma, se ahorra dinero al poder comprar en cantidad las tolvas y adaptarlas, según el material que vaya a albergar, para su uso en interiores o exteriores. También se las puede enviar a reforzar o, en caso de ser necesario, darles un doble refuerzo para asegurarse de que no habrá filtraciones ni fugas de ningún tipo y que, cualquiera sea el material a guardarse, tendrá una total seguridad.
