Líquidos

Líquidos

Cuando hablamos de líquidos, nos referimos a sustancias que poseen un estado de agregación en el cual sus partículas están tan unidas como para que se mantenga la mínima cohesión (es decir, no tan unidas como en un sólido, pero sí más que los gases) y la suficiente separación como para que se produzca la fluidez.

Es por eso que este estado de la materia es calificado como un punto medio entre el sólido y el gaseoso. Además, puede llegarse a él si se le aplica energía calorífica a un sólido (lo cual se denomina fusión) o si se le extrae energía a un gas (esto es la condensación). La variación de condiciones de presión también produce la transformación en líquido al hacer que las partículas tengan menos rigidez que en los sólidos y no tan dispersas como en los gases.

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Existen sustancias que naturalmente son líquidas, tales como el agua, y otras que sólo llegan y se conservan en este estado en determinadas condiciones de temperatura y presión.

Características de los líquidos

Entre las principales propiedades de los líquidos podemos nombrar su falta de forma y su dificultad de comprimirse, además de su tensión superficial, esto es la energía que requieren para aumentar de superficie y que es una propiedad única de estas sustancias. Veamos más en detalle.

Forma

Dijimos que los líquidos carecen de una forma propia particular, por lo cual adoptan la del contenedor en el que se los coloque. Por ejemplo, en una botella, el agua tendrá dicha forma pero al pasarla a un vaso, adquirirá la de éste.

Fluidez

Esta es una característica que los líquidos comparten con los gases y nos habla de su habilidad para moverse de un lugar a otro, incluso por los resquicios más pequeños gracias a que sus partículas no poseen memoria de forma. Es decir, la misma falta de forma determinada es la que permite la fluidez y viceversa.

Viscosidad

Se llama así a la resistencia a fluir que se produce por las fuerzas internas de algunos líquidos. Esto hace que la deformación que sufren estas sustancias al desplazarse sea más o menos lenta. Por ejemplo, el petróleo es un líquido viscoso que fluye lentamente a causa de que sus partículas se adhieren las unas a las otras. En cambio, el agua es poco viscosa y fluye con rapidez.

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Adherencia

Es la característica por la cual los líquidos son capaces de quedar adheridos a objetos y superficies. Por ejemplo, las gotas de agua que quedan sobre los vidrios tras la lluvia o si sumergimos la mano en agua. Esta particularidad de los líquidos es la que hace que los objetos se mojen.

adherencia del agua

Tensión superficial

Se trata de una propiedad exclusiva de los líquidos y que hace que sus partículas no puedan aumentar su superficie. Así, los líquidos son capaces de resistir la penetración de objetos sólidos de manera elástica. Esta propiedad es la que hace que las hojas (y otros objetos, floten sobre el agua) y que incluso haya insectos o reptiles capaces de correr sobre el agua.

Capilaridad

Es una propiedad que depende de la anterior (es decir, de la tensión superficial) y que permite que los líquidos suban y bajen por un tubo estrecho que sea sumergido en otro recipiente lleno del líquido.

Esto se produce gracias al desplazamiento por volumen de la sustancia líquida, la cual resiste la penetración del tubo y se desliza dentro del mismo. Por ejemplo, si tenemos un vaso lleno de zumo de naranja y le introducimos un sorbete, el zumo fluirá dentro del sorbete hasta incluso superar el nivel del vaso.

Densidad

Se denomina densidad a la relación de masa por unidad de volumen. La densidad de los líquidos es muy inferior a la de los sólidos, que son frágiles y se resisten a la deformación. Los líquidos, en cambio, pueden fragmentarse en partículas iguales del mismo líquido.

Cambios de estado

Bajo determinadas condiciones, los líquidos pueden convertirse en gases o sólidos, y viceversa.

De líquido a gaseoso

  • Evaporación: este proceso ocurre cuando un líquido es sometido a una cierta energía calórica, por ejemplo, cuando el sol calienta el agua. Esto hace que las partículas deban moverse a mayor velocidad y que el espacio entre ellas sea cada vez mayor, hasta que se convierte en un gas. Este fenómeno es gradual y lento, ya que no es necesario que la temperatura sea mayor al punto de ebullición del líquido, como en el ejemplo mencionado donde el sol calienta lentamente las partículas de agua de la superficie para que se formen las nubes.
  • Ebullición: en este proceso sí se provoca que la temperatura del líquido sobrepase el punto de ebullición, por lo cual se acelera el movimiento de partículas y se llega a un estado gaseoso más rápido. Por ejemplo, al hervir agua en una olla.

De líquido a sólido

  • Solidificación: esto ocurre al aplicarse presión a un líquido de modo tal que el movimiento de sus partículas se detiene o ralentiza hasta obligarlas a crear estructuras fijas que formen un sólido.
  • Congelamiento: es el proceso contrario a la ebullición o evaporación, puesto que el líquido es enfriado al extraerle toda la energía calórica hasta llevarlo por debajo del punto de congelación. Así, el movimiento entre sus partículas se reduce hasta la nulidad, lo que construye estructuras rígidas típicas del estado sólido. El hielo, por ejemplo, es agua enfriada hasta su punto de congelación.

De sólido a líquido

  • Fusión: en este caso, un objeto sólido es sometido a temperaturas altas que permiten a sus partículas romper la estructura rígida y moverse a gran velocidad, lo cual hace que se separen hasta poder fluir líquidamente. Por ejemplo, un cubito de hielo puesto al sol se derretirá hasta volver a ser agua. También pueden fundirse sustancias que naturalmente eran sólidas. Como la roca en un volcán.

De gas a líquido

  • Condensación: es el fenómeno que sucede cuando las partículas de un gas chocan con una superficie a menor temperatura. Esto enfría y ralentiza el movimiento de las partículas, no tanto para solidificarlas pero sí lo suficiente para que se vuelvan líquidas. El vapor de agua en contacto con un vidrio, formará gotitas en este.
  • Licuefacción: es un proceso en el cual, en lugar de la temperatura, se somete a un gas a una presión tan grande que lo comprime hasta el punto en que sus partículas deben acercarse unas a otras y formar estructuras líquidas. Mientras se mantenga esta presión, el gas será líquido.

Ejemplos de líquidos

Existen innumerables ejemplos de líquidos en la naturaleza y producidos por acción del hombre. Los más abundantes en estado natural son el agua, la sangre, la savia de los árboles y plantas, el petróleo y el magma terrestre o la lava, los cuales se cuentan entre los más viscosos.

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