La bioacústica es el estudio de la comunicación de animales y personas mediante el uso de señales sonoras. Este estudio cobró popularidad gracias al auge de la biodiversidad y de las nuevas tecnologías.
Historia de la bioacústica
Los primeros avances en el estudio de la bioacústica surgen a principios del siglo XX con las prácticas de Iván Regen, un biólogo esloveno quien experimentó con insectos y descubrió que éstos perciben los sonidos en el aire gracias a su órgano timpánico.
El uso de fonógrafos y otros dispositivos de grabación permitió estos estudios rudimentarios. A medida que la tecnología avanzaba en este sentido, la bioacústica fue ampliando su campo de investigación. Recientemente, gracias a los osciloscopios y grabadoras digitales se ha logrado, no sólo determinar el impacto del ruido en el ambiente acústico de los animales, sino también proponer a la bioacústica como un método no invasivo para calcular biodiversidad de los ecosistemas.
Métodos en bioacústica
Uno de los principales métodos de investigación bioacústica es la escucha. Pero como hay muy poca información sobre cuáles son los procesos neurológicos y fisiológicos que emplean los animales para detectar e identificar los sonidos, los investigadores observan el comportamiento animale y las propias señales acústicas para hacer sus investigaciones.
Señales acústicas
Gracias a los sonidos que emite un animal, los expertos son capaces de reconocer su especie, el lugar desde donde emitieron la señal y hasta las condiciones de esa locación natural.
Estas señales pueden reconocerse a “simple vista”, pero también se utilizan grabaciones para las cuales es necesario contar con el equipo apropiado dependiendo el ecosistema a investigar. Por ejemplo, en ambientes subacuáticos es necesario usar hidrófonos, mientras que si se quiere captar sonidos de alta frecuencia es menester contar con un ultrasonido o un vibrómetro si se quiere captar señales sustrato-aire. Además, se requiere de medios para conservar y analizar dichos sonidos para lo que se usan computadoras y software especializados.
Producción, detección y uso de sonido en animales
Puede sonar curioso o paradójico, pero para analizar los complejos procesos neurológicos y musculares implicados en la producción y detección de sonidos, los expertos en bioacústica utilizan métodos bastante simples. Esto se debe a la falta de compresión de muchos de estos procesos neurofisiológicos que implican conocer no sólo la forma de los órganos utilizados para producir y captar sonidos, sino también su manera de funcionar y todo el sistema de conexión neuronal implicado.
Uno de los métodos más simples es observar cómo responden los animales a las señales acústicas. Por ejemplo, la fonotaxia, que es cuando un animal se mueve hacia el lugar desde donde procede la señal. Llevar especímenes hacia un ambiente controlado para el estudio de estas respuestas es clave a la hora de aprender sobre la sensibilidad del aparato auditivo, su capacidad de filtrar sonidos y otros procesos y funciones.
Estimación de biomasa
Este método es muy útil a la hora de detectar cardúmenes y otros grupos de organismos marinos mediante el uso de tecnología sonar: conforme el sonido se propaga por el agua, va chocando contra diferentes objetos y especímenes de distintas densidades. Estos objetos hacen que el sonido rebote de nuevo hacia su fuente y es gracias a estos ecos que se calcula el tamaño y cantidad de objetos o especímenes.
