Un micrófono es un dispositivo que capta ondas sonaras producidas por nosotros mismos o nuestro entorno. La cantidad de volumen y el tono de dichas ondas dependen de la amplitud y frecuencia que modifican el rango de volumen y los tonos, respectivamente. Por ejemplo, a mayor amplitud, más fuerte sonará el sonido, mientras que una mayor frecuencia producirá sonidos más agudos. Un micrófono funciona como transductor, ya que capta la energía acústica y la transforma en energía eléctrica.
¿Cómo funciona un micrófono?
Los micrófonos funcionan de manera similar a la que lo hace nuestro cuerpo al captar sonidos. Es decir, una vez emitida una onda de sonido, ésta empuja el aire de manera tal que llega a nuestro tímpano y lo hace vibrar de la misma forma en que vibra la onda; luego la transmite mediante impulsos nerviosos hasta nuestro cerebro, que traduce las vibraciones en un sonido identificable.
En el caso de los micrófonos, la vibración es transmitida por un transductor que la transforma en una señal eléctrica capaz de ser leída por un dispositivo de audio.
Partes de un micrófono
Si bien puede parecernos que los micrófonos son aparatos súper complejos, la realidad es que están compuestos por pocas partes. Veamos.
- Transductor: esta parte, como ya hemos dicho, es la encargada de transformar el sonido en señales eléctricas. Dependiendo del tipo de micrófono, las partes de los transductores pueden ser ligeramente distintas pero, en general, tienen dos partes fundamentales: un diafragma o membrana y el transductor en sí que son aquellos elementos que transforman el movimiento del diafragma en pulsos eléctricos.
- Carcasa: dentro de la cual encontramos la rejilla que protege al transductor y el cuerpo que hace lo propio con los circuitos eléctricos. Además, los micrófonos pueden tener más o menos accesorios que ayuden a su manipulación o que mejoran el funcionamiento; estos accesorios pueden ser filtros, leds indicadores de on y off, botones para subir o bajar el volumen, botón de mute, entrada de auriculares, puertos usb, etc.
Tipos de micrófonos
Dependiendo de su directividad, por su tipo de construcción y sensibilidad, los micrófonos pueden dividirse en varios tipos. Veamos algunos.
Según los tipos de directividad
La directividad está relacionada con la forma o dirección en la que captan mejor los sonidos y distingue en tres tipos de micrófonos:
- Omnidireccionales: son los que captan el sonido desde todas las direcciones.
- Bidireccionales: son aquellos que captan mejor los sonidos que vienen desde la parte frontal y posterior del micrófono.
- Unidireccionales: son los que captan el sonido desde una sola dirección. En esta categoría entran los Cardiodes, supercardioides y los hypercardiodes.
Según su construcción o transductor
Según el material o el método utilizados para transformar las ondas de sonido a electricidad, los micrófonos pueden dividirse en varios tipos.
- De bobina móvil o dinámicos: Son aquellos que tienen un imán fijo y una bobina unida a un diafragma móvil. Cuando las vibraciones llegan a él, el diafragma se mueve de la misma manera y empuja y retrae a la bobina a lo largo del flujo magnético del imán; de esta forma se generan pulsos eléctricos según la forma de las ondas de sonido. La ventaja de estos micrófonos es que generan su propia electricidad, por lo cual no es necesaria una fuente de alimentación externa.
- De cinta: Este tipo de micrófonos funciona igual que los de bobina, pero con la diferencia de que, en lugar de bobina, utilizan una cinta metálica expuesta a las ondas sonoras. La vibración de esta banda genera pulsos eléctricos similares a la velocidad de las ondas, por lo que estos artefactos son denominados micrófonos de velocidad.
- De condensador: Reciben su nombre por utilizar el mismo principio que los condensadores: poseen dos placas metálicas separadas por una capa de aire. Una de las capas es fija y está perforada para permitir la circulación de aire mientras que la otra funciona como membrana y se mueve junto a las ondas sonoras.
A diferencia de los anteriores, este tipo de micrófonos sí necesita una alimentación externa llamada Phantom, que va desde los 12v a los 48v y permite polarizar cada una de las placas. Cuando la membrana se mueve, disminuye la distancia con la placa fija y esto produce un cambio de voltaje constante. - Piezoeléctricos: Como su nombre lo indica, este tipo de micrófonos utiliza el efecto piezoeléctrico: una material es capaz de deformarse y así generar una señal eléctrica. Esta deformación se logra al chocar las ondas sonoras contra la membrana y esta ejercer una presión sobre el material deformándolo.
- De Electret: Utilizan el mismo principio que los condensadores pero, en lugar de una placa fija, usan un polímero llamado electret, el cual puede polarizarse antes de su uso. Esta polarización permite prescindir de la fuente Phantom.
- De resistencia o Carbón: Estos fueron los primeros micrófonos en crearse y se componen por una membrana metálica unida a un electrodo de carbono. Cuando las ondas sonoras llegan a la membrana, esta empuja y desordena los gránulos internos de carbón, haciendo que se produzca un cambio en la resistencia del contacto del material y, por consiguiente, una diferencia de tensión.
Según su utilidad
Dentro de esta categoría podemos encontrar cinco tipos de micrófono diferentes. A saber:
- De mano: diseñados para ser sostenidos, también son llamados “de bastón”.
- De estudio: ideales para grabación, están fijos a una base.
- Lavalier: más conocidos como “de corbata” o “de solapa”, son los micrófonos miniatura que se colocan en la ropa.
- De contacto: suelen verse en los instrumentos musicales, ya que estos micrófonos están en contacto directo con las vibraciones generadas por las ondas sonoras.
- Inalámbricos: aquellos que, como su nombre lo indica, no necesitan de los cables para transmitir los datos de sonido.
Para finalizar también podemos mencionar que existen micrófonos de juguete que los niños aman y los padres… no tanto.
