En este artículo hablaremos de la lupa, uno de los elementos más utilizados del mundo de la óptica.
Qué es una lupa
La lupa es un instrumento óptico constituido por una lente convergente. Esta lente es de distancia focal corta y desvía la luz que incide sobre ella, formando una imagen amplificada y virtual del objeto que se está observando a través de la lupa.
Aplicaciones de la lupa
La lupa no sólo se utiliza como lupa en sí sino que el uso de cristales cóncavos y convexos tiene muchas aplicaciones.
Desde los lentes de visión, las lupas de mano para observación de frutos, en instalaciones nucleares y aplicaciones de ingeniería, en el campismo para el encendido de fuegos, en medicina e investigación en microscopios, así como en astronomía en telescopios.
Lógica del funcionamiento de la lupa
Lo que genera la ampliación de un objeto es la lente convergente, haciendo que el ojo la perciba de forma virtual como un objeto de mayor tamaño.
El sistema que define su funcionamiento es el generado entre el ojo y la lupa, ya que el tamaño final lo recibe la retina al receptar la imagen aumentada y virtual del objeto al atravesar la luz e incidir sobre la lupa.
Además, cada lupa puede poseer una curvatura diferente, así como poseer grados de magnificación. En general, a mayor tamaño, más potente la lupa, ya que reducen su distancia focal y poseen mayor curvatura en su superficie.
Historia de la lupa
La lupa fue inventada en 1250 por Roger Bacon, un filósofo y teólogo franciscano. Bacon talló las primeras lentes para luego montarlas en armazones. Estos, con el tiempo, variaron su material de composición: madera, cuero, hierro o plomo, según el uso.