Enlace Metálico: qué es y para qué sirve

Enlace Metálico

Se llama enlace metálico a la unión entre átomos del mismo elemento metálico. Este tipo de enlace forma estructuras moleculares macizas y resistentes debido a que los átomos comparten los electrones de valencia.

Características del enlace metálico

Lo que ocurre en estos casos con los electrones de valencia es que, al juntarse los átomos, este tipo de electrones dejan su órbita junto al núcleo del átomo original y pasan a gravitar en torno a ambos núcleos, formando una nube eléctrica.

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Esto hace que las cargas positivas y negativas conserven su atracción y, por ende, el conjunto atómico se afianza, lo que le confiere los altos grados de compactación, dureza y durabilidad que caracterizan a los metales.

Es menester en este punto distinguir los enlaces metálicos de las aleaciones, las cuales son combinaciones de metales (o de metales y otros elementos) y de otros tipos de enlaces químicos, como los enlaces iónicos (que unen átomos de elementos metales y no metales) o los covalentes (que se dan entre átomos no metales).

Propiedades de un enlace metálico

Además de las propiedades metálicas típicas que hemos mencionado (solidez, dureza y maleabilidad), los enlaces metálicos dotan a los compuestos de otras propiedades como una excelente conducción del calor y la electricidad. Esto último se debe a las nubes de electrones que se mueven alrededor de los núcleos atómicos y a todo lo largo y ancho del conjunto. Esta movilidad eléctrica también repele la energía lumínica que recibe lo que dota a los metales de su brillo característico.

La solidez de los metales viene de la estructura cúbica o hexagonal de los átomos unidos por este tipo de enlace, pero existe una única excepción a esta regla: el mercurio. Se trata del único metal líquido a temperatura ambiente y capaz de formar gotas esféricas y brillantes.

Ejemplos de enlace metálico

Como ha quedado claro, los enlaces metálicos son aquellos que forman, justamente, los metales en su estado más puro, por lo cual, cualquier metal que no sea producto de una aleación es un ejemplo perfecto de este tipo de enlace.

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Pero para que quede claro, nombraremos algunos de ellos: plata (Ag), oro (Au), cadmio (Cd), hierro (Fe), níquel (Ni), zinc (Zn), cobre (Cu), platino (Pt), aluminio (Al), galio (Ga), titanio (Ti), paladio (Pd), plomo (Pb), iridio (Ir) o cobalto (Co). Siempre y cuando no se agregue ningún otro elemento o no se mezclen entre sí, los átomos de estos elementos se unirán mediante enlaces metálicos.

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